martes, 22 de septiembre de 2015

Infravalorar: inmadurez, ignorancia, menosprecio... y maldad

Dícese de una persona o de una cosa que es valorada en menos de lo que merece o vale.

La infravaloración está presente a la orden del día. Todos hemos infravalorado o nos han infravalorado, aunque sea una vez.

Es típico cuando se es niño, propio de la inmadurez y de la escasa consciencia de las consecuencias de las acciones y palabras hacia los demás. Tratar a alguien de "nerd" y todos sus derivados, encasillar a personas en grupos cualitativos por lo que parecen ser o por lo que conviene que sean. Infravalorar así no sólo se ve en los niños, sino que en edades avanzadas se tiende a hacer lo mismo, ya sea en la universidad, en el trabajo, en un grupo de camaradería, en la familia, entre otros. Hay que ser honestos, no siempre es por inmadurez, también hay casos donde existe maldad. Debe existir un patrón, una correlación cercana a 1 entre la edad de la persona que infravalora y el grado de maldad con lo cual lo hace. No sé, es una teoría, ¿habrá que hacer un estudio para comprobarlo? Na.

En el trabajo se da la infravaloración más común y "familiar" para las personas que ya estamos en la etapa laboral plena y activa. ¿Acaso no has cuestionado a algún colega por lo que hace? ¿Acaso no has hablado mal de lo que hace y no hace un colega? ¿Acaso conoces realmente lo que hace tu colega y la importancia que tiene o tendrá su labor en la organización? De seguro las dos primeras preguntas se responden afirmativamente en un 99.9%, pero con la tercera aventuro un porcentaje bastante menor. Aquí aparece en escena la ignorancia, en dos facetas: (i) realmente no se sabe qué hace el colega, ya sea porque no has averiguado profundamente o porque no te interesa saber; (ii) no se dimensiona, por un tema de formación profesional, el trabajo que realiza el colega, es decir, sólo un contador y su jefatura entiende y dimensiona el trabajo que realiza un contador o sólo una secretaria y su jefatura entiende y dimensiona el trabajo que realiza una secretaria. El resto es chisme y, nuevamente, maldad.

Otra situación para destacar es el rol de ama de casa, más cuando se es mamá. ¡Qué rol más infravalorado en nuestra sociedad! Discriminación hacia la mujer, hacia el trabajo no convencional, hacia las labores que se realizan en el hogar. Son pocos los hombres que realizan este bien llamado trabajo, en general son las mujeres las que asumen las tareas de mantener la casa, cocinar, lavar, planchar, asear, sacudir, cuidar a los hijos y, algunas, trabajar desde el hogar, hacerse el tiempo de mantenerse arreglada, compartir con amigas, hacer ejercicios... ¡todo al mismo tiempo! Pero cuando le preguntan al hombre qué hace su mujer, la típica respuesta es "nada, está en la casa". Sin comentarios. Nuestra cultura nos ha llevado a infravalorar a la mujer y sus quehaceres hogareños y, si bien hemos ido evolucionando, nos queda mucho aún por avanzar.

La verdad, para ser honesto en mi caso, mentiría si dijera que me he sentido infravalorado constantemente. También es cierto que en algunos momentos muy puntuales sí he sentido infravaloración hacia mi persona. Es una sensación muy desagradable, pero la clave es tomárselo de quién viene.

¿Y ustedes? ¿Se han sentido infravalorados en algún momento de la vida? A pregunta obvia, respuesta obvia.

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