lunes, 23 de noviembre de 2015

Mario Benedetti me comprende...


No sé si soy una persona triste con vocación de alegre, o viceversa, o al revés.

Lo que sí sé es que siempre hay algo de tristeza en mis momentos más felices, al igual que siempre hay un poco de alegría en mis peores días.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Una emoción para siempre

Nunca olvidaré la tarde de ayer, domingo. Hace tiempo que con mi esposa estamos intentando que nuestra hija aprenda a decir palabras sueltas. Algunas han tenido éxito, como "mamá", "tata", "bebé" y otras.

Pero la palabra que yo quería que dijera no salía de su boca, por más que insistiéramos. Ya me había dado por vencido en mis intentos. Sin embargo, jugando ayer en tarde con mi hija, que aún no cumple el año de vida, en un momento quedó boca abajo en la cama y como no sabe gatear le costó empinarse para levantar la cabeza. "¿Qué pasa, hija?". Levanta su cabecita, mirándome fijamente y sonriendo tan inocente dice de forma tan clara y fuerte "Pa-pá".

Fue una emoción indescriptible. Quizás no asocia la palabra con su significado, quizás sí. Sólo ella lo sabe. De todas formas, fue maravilloso.

Desde esa vez, ahora esa palabra es parte de su corto y enérgico repertorio.

Te amo, hija.