lunes, 16 de enero de 2012

Alcanzando la felicidad

Se dice que la felicidad no es eterna, que sólo se es feliz por momentos, por instantes, como si fuera una situación particular.

Sin embargo, creo que es posible alcanzar esa tan anhelada felicidad y hacerla partícipe de nuestras vidas en una forma más constante. Esto se lograría llenando nuestras vidas de momentos de felicidad. Estamos tan inmersos en nuestros problemas y quehaceres diarios que no nos damos cuenta que sonriendo un poquito más, viéndole el lado bueno a las cosas y tomárselas con más humor, podemos llenarnos de instantes felices.

Es como una línea de carretera segmentada, en donde cada franja es un instante de felicidad. Hay que lograr llenar esos espacios con más franjas segmentadas, para simular una línea continua a partir de un conjunto de segmentos pegaditos unos a otros.

Llenemos nuestras vidas de momentos felices... ¡Hay tantos motivos para estar contentos! Levantarse en la mañana y, si bien se sabe que hay que trabajar, saber que podrá pasar algo bueno y bonito. Eso es motivo suficiente para tener un pequeño instante de felicidad desde tempranito.

martes, 3 de enero de 2012

Sueños eternos... inacabables

Desde pequeños todos tenemos sueños, esos grandes anhelos que siempre hemos querido cumplir, vivir para vivirlos, encaminarnos para hacerlos realidad.

A través de los años, parece que se disipan un poco, a veces se pierde el rumbo, las cosas no toman el sentido que se pretendía. Se comienza a ver y vivir la vida desde otra perspectiva, un prisma que no estaba en nuestros planes en un inicio y es porque la vida misma se encarga de ponerte pruebas duras, te hace entrar en un círculo vicioso y depende de cada uno salir de ahí para retomar el camino. Sin embargo, a pesar de estas piedras en el camino, en nuestro interior siguen intactas nuestras aspiraciones y nuestros sueños. Ahí está la capacidad de cada persona para aislarse de lo que nos rodea y no aporta para enrielar el rumbo, tomar las riendas de nuestras vidas y seguir adelante con la frente en alto. Si se cometieron errores, se tiene todo el tiempo del mundo para repararlos, lo importante es darse cuenta y empezar a hacerlo. Los que realmente nos quieren, sabrán acogernos a pesar de lo mal que lo hicimos.

El futuro se construye con un presente sólido y un pasado sanado. No se puede mirar el horizonte con cuentas pendientes, con la conciencia intranquila, dejando el pasado en un baúl de los recuerdos sin abrirlo por temor a que se abran heridas. Esas heridas deben cicatrizarse y sanarse para que no vuelvan a aparecer.

La meta es alcanzar nuestros sueños. Si todo está resuelto en nuestro interior, nada se debe interponer para llegar a ellos. Sonriendo, cantando, disfrutando... ¡Viviendo!