jueves, 1 de septiembre de 2011

Una sonrisa que tiene nuevos motivos para aparecer

Ya llevo un mes trabajando aquí, en esta alejada localidad de la Región de La Araucanía, donde el paisaje es bello, abunda el verde y también la soledad.
Mi vida ha cambiado un poco desde que dejé la comodidad de las oficinas de la capital provincial. Muchos fueron los recuerdos que se vinieron a mi mente ese día que arreglé mis cosas de oficina para echarlas a unas cajas y llevármelas. Recordé cuando llegué a fines del año 2009, después de estar casi 2 años en otra Planta, me acordé cuando me presentaron, los momentos difíciles, los momentos felices, las visitas inesperadas, esas llamadas por teléfono (cuando podía ver por el visor quién era la persona que marcaba mi anexo), largas conversaciones con personas que se han vuelto importantes en mi vida. Muchas cosas que ya no viviré a diario, por lo menos por un par de años.
Ahora todo es distinto, ya no me demoro 5 minutos en llegar al trabajo, pero en cambio puedo dormir una hora más mientras dura el viaje. Llego a un lugar frío y solitario, ya no están mis colegas y amigos a los cuales saludar con un abrazo, pero me traje mi termoventilador que me ayuda a pasar la mañana. Extraño los panes con quesillo y palta del casino de don Justo (fui el descubridor de tan delicioso aperitivo y ahora algunos siguieron mi ejemplo), pero ahora me preparo mi propio desayuno y me sale más barato.
Ha sido un gran cambio, el desafío profesional es importante y trabajo día a día a mi mente de que me la puedo... Y sin duda, lo más lindo de todo, es que sé que estás pensando en mí, que me extrañas más que antes... hace que todo valga la pena y siga sonriendo.

jueves, 14 de abril de 2011

El tiempo y la sensación relativa de Einstein

El tiempo es relativo, ése es el gran resumen de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein. Este científico era fuera de lo común, todas sus investigaciones científicas las relacionaba con la vida cotidiana. Siguiendo esa línea, al llevar esta teoría a nuestra vida diaria, lo hemos podido comprobar.

Cuántas veces nos hemos puesto de acuerdo de juntarnos con esa persona especial y ves pasar la hora y avanza tan lento, piensas "Demonios! (no esa palabra específicamente, pero se entiende) Que pase rápido el tiempo! Por qué avanzan tan lento esas ajugas del reloj?!". Y cuando estamos con esa persona, el tiempo se hace tan corto... Siendo que la duración de un segundo terrestre es un parámetro fijo y cuya definición es la misma en todo el mundo... entonces, ¿por qué diablos lo sentimos tan distinto dependiendo de nuestro estado de ánimo?

Me logro explicar este fenómeno "humanizando" la investigación científica de Einstein. Así como las n-dimensiones no son planas ni constantes en el espacio-tiempo del universo debido a las múltiples variables que inciden en ellas, nosotros con nuestros estados de ánimo rompemos la constante de tiempo que atraviesa por nuestro alrededor inmediato, por medio de nuestras auras, proyección de todo lo que sentimos hacia el ambiente. Así logramos que el tiempo que transcurre para nosotros lo sentimos distinto que el tiempo que transcurre para otra persona que está pasando por un estado de ánimo distinto; es decir, cada persona vive en un universo distinto, con sus propias constantes locales, donde la sensación del tiempo es relativa para cada uno, y fuera de ese límite, el tiempo corre igual para todos.

Ahora... cómo nos gustaría que la relatividad del tiempo fuera inversa... que cuando esperamos a esa persona especial el tiempo pase rápido y cuando estamos con ella se haga eterno...

miércoles, 13 de abril de 2011

La vida es bella... nosotros los complicados

Hay tantas cosas en esta vida que nos hacen sentir bien: un saludo, una canción, el sol de la mañana, los hermosos colores otoñales o una simple sonrisa de alguien que viste a la pasada.

La belleza de esta vida está en cada rincón, son pequeños instantes que se van sumando uno a uno hasta lograr una sensación de estabilidad emocional en lo alto. Por supuesto que si el motivo de la felicidad es algo muy importante, el estado de felicidad se mantiene mucho más en el tiempo. Así como la felicidad es una suma de instantes, la tristeza también. Y así mismo de complicados somos.

El lunes terminé de ver un drama, de esas miniseries japonesas que uno se puede conseguir en internet o, en este caso, algún hermano te puede facilitar y así no te das el trabajo de buscarla. Como pasa cuando uno termina de ver algo que has seguido por un tiempo (como el caso de ver una telenovela, una serie de acción, anime, entre otros), uno pasa del éxtasis a una sensación de vacío en cuestión de minutos. Ese deseo de querer sentir las emociones que te transmitió lo que se estaba viendo, en el minuto lo disfrutaste a concho y uno se dice a sí mismo "que esto no acabe pronto por favor"... y cuando termina, se llega al clímax de las emociones y, posterior e inmediatamente, la necesidad de más o, dicho en otras palabras, de querer sentir lo que te hizo sentir tan bien, tan vivo.

La felicidad es efímera, hay que aprovecharla cada vez que se está en ese clímax y en todo el proceso anexo para llegar. Depende de nosotros mismos tener la disposición de disfrutar y aprovechar esos pequeños momentos de belleza. Porque momentos de tristeza siempre habrán y de felicidad también. Sólo depende de nosotros hacia dónde inclinar la balanza.

"La vida es bella... nosotros los complicados"... esta frase la robé de un blog amigo, gracias a esa persona que la escribió... fue una gran inspiración y me hizo sacar sonrisas, de esas que pueden alegrarle el día a alguien y a uno mismo también... un pequeño instante de felicidad, que suma... definitivamente suma.

jueves, 7 de abril de 2011

¿Existir o Vivir?

En varias oportunidades, todos hemos caído en quejarnos y lamentarnos tanto de las cosas que nos pasan como de las que no nos pasan. Muy pocas veces nos detenemos a pensar y a analizar el por qué.

Personalmente no creo en las casualidades, tengo la convicción que todo lo que nos sucede es producto de la inevitable interacción de nuestras almas y el medio que nos rodea, como una única consecuencia de una infinita combinación de posibilidades, como una rama dentro de un gran árbol de decisión. Es decir, lo que nos pasó es lo que debió pasar y lo demás fue parte de lo que pudo pasar pero por alguna razón no sucedió en ese espacio-tiempo.

¿Podría pasar en un futuro? Sí, puede ser. ¿Podría pasar en otro lugar? Sí, podría. ¿Podría pasar en otro momento y otro lugar? Sí, es posible.

Entonces, ¿para qué quejarnos y lamentarnos tanto si por más que lo hagamos, ya no fue? Muchas de estas situaciones son dolorosas y difíciles de superar, eso también es inevitable, pero nos ayudaría bastante si pensamos que "el ahora" se tiene que vivir al máximo y todo lo que no resulte puede pasar más adelante si ponemos de nuestra parte y dejamos el resto al resto, sin forzar las situaciones.

De todas formas, las predisposiciones influyen de sobremanera en lo que nos pasa. Son famosas las frases "para qué arriesgo tanto si puedo salir lastimado", "las segundas partes nunca son buenas", "yo sabía que no iba a resultar" o "todas las personas son iguales", entre tantas otras. Es fácil no intentarlo, es fácil no tener expectativas, es fácil no involucrar el corazón; además, genera un ambiente de pesimismo y negatividad a nuestro alrededor que hace aumentar las posibilidades de un mal resultado.

A luchar por lo que realmente se quiere, sin predisposiciones pesimistas, escuchando tanto a la razón como al corazón. La mente es racional, te limita y si se usa bien, posiblemente no se salga lastimado; el corazón es sentimental y humano, se disfruta pero a veces se equivoca y se pasa mal. La mente tiene la razón en el corto plazo... el corazón siempre tiene la razón en el largo plazo. Saquemos lo mejor de ambos y vivamos una vida más feliz.

No solo existamos... vivamos.

miércoles, 6 de abril de 2011

Reanudando

Después de varios años, reanudo este espacio que guardará reflexiones, comentarios y críticas de variados temas de mi interés. Saludos.